En esta dirección -dijo el Gato, haciendo un gesto con la pata derecha- vive un Sombrerero. Y en esta dirección -e hizo un gesto con la otra pata- vive una Liebre de Marzo. Visita al que quieras: los dos están locos.
- Pero es que a mí no me gusta tratar a gente loca -protestó Alicia.-Oh, eso no lo puedes evitar -repuso el Gato-. Aquí todos estamos locos. Yo estoy loco. Tú estás loca.-¿Cómo sabes que yo estoy loca? -preguntó Alicia.-Tienes que estarlo afirmó el Gato-, o no habrías venido aquí.Alicia pensó que esto no demostraba nada. Sin embargo, continuó con sus preguntas:-¿Y cómo sabes que tú estás loco?-Para empezar -repuso el Gato-, los perros no están locos. ¿De acuerdo?-Supongo que sí -concedió Alicia.-Muy bien. Pues en tal caso -siguió su razonamiento el Gato-, ya sabes que los perros gruñen cuando están enfadados, y mueven la cola cuando están contentos. Pues bien, yo gruño cuando estoy contento, y muevo la cola cuando estoy enfadado. Por lo tanto, estoy loco.
Sunday, March 1, 2009
Estamos locos y estamos en todas partes
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1 comment:
y es por eso que uno confia en los elefantes
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