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Es extraña esa noción de no nacer en casa, es un sentimiento indescriptible, innombrable tal vez por su incongruencia implícita, pero si naciste en Caracas entre los 70, los 80 y los 90, es probable que te pase algo parecido, que haya una lucecita intermitente que se enciende de vez en cuando y te indica que algo está fuera de lugar, que tal vez ese algo eres tú... sé que a mí me pasó. Sé también que apenas me fui comprobé que esa luz no se apaga cuando pasas Maiquetía sino que brilla más y que además se encienden otras luces que tardas en descifrar qué es lo que indican.
El Coffee Confessions de Bader se trata de eso, de esa extraña sospecha de que uno tal vez pertenece a otro sitio. Está buenísimo y ya está en el blog de mi queridísima Joyce.
Joyce es una de mis mejores amigas, a ella le gusta hablar largo y tendido con sus panas, tomar café, hacer videos y contar historias y en este proyecto logró conjugar todos estos elementos. Ella tenía las preguntas, sospechaba que sus amigas tenían algunas respuestas interesantes y quiso compartirlas a través de una suerte de documental. Los temas de siempre, las chicas de siempre, el café de siempre, sólo que acompañado por una cámara, eso es Coffee Confessions.
Lo que más me gusta de este proyecto, es que es una cápsula de tiempo que captura opiniones en un momento determinado; opiniones que pueden ser firmes convicciones de vida o cambiar tanto como cambiamos de ropa y de cortes de pelo... gracias a Dios (sobre todo en casos notables de bad hair day).
Desde aquella tarde en Caracas hace más de dos años, en la que fui la primera víctima de la cámara de Joyce, hasta ahora, el proyecto creció, viajó, cambió algunas veces el café por unas cuantas copas de vino y tiene clarísimas intenciones de seguir adelante compartiendo uno de los momentos en los que estamos seguros de que la vida es buena: cuando desbaratamos el mundo con nuestros amigos.
Más de los CC aqui -------> http://thecoffeeconfessions.wordpress.com/
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...just business.
Hoy pasé la mitad del día trabajando aqui.
Así como que sí se puede ¿no?... por lo menos un poquito más.
